¡LECHE! Una nueva conspiración mundial.

No. No voy a hablar de que el cuerpo humano no se ha acostumbrado a la lactosa y de que posiblemente dentro de unos años todos muramos de lacteo-ataques al corazón.

La conspiración sobre la que he estado investigando, (sí, ahora investigo, esto de los blog es muy serio) trata sobre colores y leche, Leche y colores, códigos de color y sobre malvados hombres de la leche (Men of the MILK) que están día tras día piensa que te piensa para descubrir maneras de confundirnos y alterarnos.

Harvey Milk. Uno de los mayores lácteo-conspiradores.

Vayamos al grano: en el lácteo mundo de los briks de leche, existe un código de color. El color ROSA es para la leche desnatada. Indicada para dietas y mujeres obesas que les de igual comer macdonalds pero la leche desnatada. ¡Cojones!. El color VERDE es para la semi desnatada. Que es como la desnatada pero menos desnatada. Y el AZUL es para la leche entera. Que es natada -sí, ahora me invento palabras-. Este código de color es el más habitual. A todos mis estimados lectores les parecerá así. Si no es así largo. Nos asusta lo diferente.

Bien, entonces por qué, y repito, ¿por qué cojones no se respeta el código del lacteo-color? Me atrevería a decir que las marcas van rotando de colores. Es decir, que se vende menos la desnatada y mucho la semi y queremos que sea al revés, pues cambio de colores por un par de meses y ya está. Los imprudentes y, probablemente, mongolos compradores de leche desnatada comprarán la semi y se volverán locos al darse cuenta en casa.

No se pueden hacer esas cosas, es como si ahora los terroristas decidieran cambiar el color del cable malo de las bombas. Suele ser el rojo. Si lo cambian y el malo pasa a ser el azul, la de peña que moriría.

¿Cual corto? No lo se, mejor le echamos leche a todo.

Y así, una vez más veo donde nadie ve y me atrevo lo que nadie se atreve a denunciar: los masones y los iluminati en colaboración con los vampiros diurnos están urdiendo un plan para cambiar el lacto-código de color de los briks y hacer que la civilización se hunda. Yo animo a los lectores a que vayan a un eroski y revienten todos los tetrabriks de leche que vean. Venga a hacerlo. Seguro que no os detienen. Además yo me voy a poner a hablar sobre las negociaciones de paz en oriente próximo y va a ser muy aburrido.

Uñas, la eterna lucha.

¡Uñas! Según el diccionario de la R.A.E: 1. f. Parte del cuerpo animal, dura, de naturaleza córnea, que nace y crece en las extremidades de los dedos. Según la Cúpula de la Ira: una putada eterna en la que tú pierdes y ellas ganan.

¿Te rasco la espalda?¿Por qué estás vomitando?

No. No me he vuelto loco. Son unas cabronas. Siempre se necesitan cuando te las acabas de cortar. Osea. Puedes estar 2 meses sin necesitar las uñas para nada y cuando te las cortas después de que le hayas sacado el ojo a tu pareja al acariciarle la cara, de pronto, se convierten en la navaja suiza de tu cuerpo. Al segundo siguiente de cortártelas te ves una legaña que sólo puedes quitar con una uña larga, tientes un moco en lo más profundo de tu caverna de mocos que sólo puede ser arrancado con tu cortada amiga, o puede que tengas que despegar un pegatina; son cosas que con los muñones resultantes de una cortada de uñas profunda no puedes hacer.
Porque, sí amigos, otra gran putada es lo indefenso que te sientes cuando, al cortarte las uñas un poco más de lo normal (por aquello de que duren más tiempo cortitas) ves que te has quedado con una especie de muñones hipersensibles por dedos.
Otra putada de cortarse las uñas es cuando te dejas una esquinica afilada que se te va clavando en la carne. A ver, qué clase de mono retrasado diseñó nuestras uñas. ¿Fue Jesús? No lo sé. Pero hizo un trabajo de puta mierda. Al dejarte la esquinita afilada, la carne se te hincha y otra vez tu dedo se convierte en un muñón hipersensible e intocable.

Maldita uña, nunca más me harás daño. Así aprenderás.


Así que, desde este blog, hago de nuevo un llamamiento para que todos los seres humanos nos quitemos esta lacra que son las uñas. Haced como yo y arrancaros las uñas. Es más guay. A las chicas les gusta más. A ti te gusta más. Serás el alma de la party que es la vida.




Textos que fomentan la ira vol. II

Petunio caminaba por la calle silbando una canción que le enseñó su abuelo cuando tenía 8 años. En esa época las cosas eran muy diferentes a la actualidad. Podías conseguir churros a cambio de un feto de gato y el cine sólo costaba 3 coatlús. Pero eso pasó y en la actualidad las quisquillas de 2 metros dominaban el mundo.

Petunio llegó a una esquina en la que había un coche con ruedas de gomaespuma y se detuvo. En el interior del coche, una quisquilla comía un bollicao relleno de paté. La quisquilla miró a los ojos a Petunio y este no miró a otro lado. Estaba harto. Mirar a los negros ojos de una quisquilla gigante ventricular era el peor de los delitos en este mundo quisquillense. La susodicha quisquilla salió del coche. Petunio adoptó la clásica postura fetal y empezó a orinarse mientras gritaba.

- Star Lux! Star Lux- gritaba Petunio mientras la quisquilla se aproximaba. Justo cuando la quisquilla iba a descargar su quisquíllea fuerza en la cara de Petunio, una luz cegadora ocultó el sol. Era la Lux de Star, una heráldica y mítica estatua de un erizo. El salvador que la tierra necesitaba. Comenzaron a llover chorizos del tiempo. Aprovechando que los ojos de la quisquilla se cocieron en su jugo con la luz de Star, Petunio agarro un chorizo y lo abrazó. El fluzo condensado en el chorizo catapultó a Petunio 100 años atrás.

¡Danos tus intestinos Petunio!

Mareado y desorientado, Petunio compró unos churros a cambio de un feto que él mismo había engendrado en su válvula pilórica. Recuperó energías y se fue a buscar a su abuelo, que no era más que un niño. Gritó y gritó. Gritó tanto que se abrió un agujero de gusano que permitió la entrada de una quisquilla de otra dimensión en la que las quisquillas tenían aspecto de seres humanos y los seres humanos aspecto de Hámster. La quisquilla pasó por el agujero de gusano y Petunio se vio arrastrado por agujero a la dimensión de las quisquillas-humano.

No tuvo problemas para hacerse pasar por una quisquilla hasta que le paró una patrulla anti "quisquillas-humanos que parecen humanos y que realmente son humanos". La patrulla le pidió que cantara el juramento quisquillo. Al no saber qué decir, cantó la canción de Oscar Mayer. La casualidad quiso que en esa dimensión la marca Oscar Mayer no existiera y que la letra coincidiera, de una u otra manera, con el juramento quisquillo. Una vez que la patrulla le dejó irse (no sin antes cerciorarse de que sus genitales no midieran más de 10 cm) Petunio procedió a buscar a su abuelo que, en esa dimensión, tenía aspecto de hámster.

Encontró a su abuelo en un arroyo, pescando congrios, que en esta dimensión eran muy parecidos a los abuelos de 88 años, pero con aletas. Le advirtió de la invasión quisquillense de su dimensión. Su abuelo-hámster, le dijo que no se preocupara y le dio una torunda ultrasónica diciéndole que, en el debido momento, sabría que hacer con ella. Su abuelo hámster se devoró a sí mismo diciendo que era lo típico en esa dimensión y Petunio se volvió a quedar solo.

Sin saber qué hacer, Petunio observó la torunda ultrasónica y se quedó pensativo. Se le ocurrió que lo mejor que podía hacer era introducir la torunda por su recto. A medio camino, cuando la mitad de la torunda ultrasónica era engullida por el musculoso ano de Petunio, una quisquilla patrullera le sorprendió y dio la voz de alarma ya que, en esa dimensión, las torundas ultrasónicas eran un artículo reservado a los fetos, que eran como los churros del tiempo pero en morado. Petunio asustado, lanzó la torunda a la quisquilla, lo que produjo una explosión nuclear que evaporó a todas las quisquillas y al propio Petunio.

Petunio se despertó sobresaltado justo para ver cómo una tormenta de chorizos del tiempo caía sobre su casa. Se volvió a dormir sin saber que, en su armario ropero, un feto, aliado con una quisquilla, preparaba un menú en el que el ingrediente principal era el propio Petunio.

Salchichas mutantes de pollo from outer space

De pollo, cerdo, zapatos o algo parecido. El relato de hoy es misterioso y salseado. Trata sobre un bar de Madrid. De fuera parece como un poco cutre. Por dentro es peor. Es el chalé de veraneo de Satán

Todos sabemos que en Madrid se estila lo de dar tapas con la consumición (y si no lo sabías, ahora ya sí, copón). Eso hace que en sitios como "la casa del jamón" y todos sus bares primos hermanos que tienen en común la palabra jamón en su nombre, sirvan unas tapitas de cagarse: jamoncito, queso, chorizo... El problema viene cuando vas a un bar que sirve como tapas los restos de otras comidas o cenas o cosas de la calle o, como en este caso, SALCHICHAS MUTANTES DEL ESPACIO EXTERIOR. Como siempre, y antes de seguir, una AFOTO:

Auténtica mierda del espacio since 1934

Estas salchichas estaban en la barra de un bar llamado "El puerto", bastante conocido por estar enfrente de un garito que se llama "Vía láctea", en el que no he entrado porque últimamente mi molonómetro está por los suelo, y por estar abierto los sábados hasta las 3 sirviendo kalimotxos baratos acompañados de pipas, palomitas, cacahuetes y más cosas.

Las cosas estas llamaron mi atención con movimiento sensuales y sonidos de succión. No pude quitar los ojos de ellas y casi me asimilan, por suerte mi acompañante me pegó una torta a tiempo y me logré deshacer del influjo salchichil. ¡OJITO!

Lo malo de la historia es que estás salchichas, que parece que te van a saltar a los ojos, no fueron desechadas. El afable camarero las echó en un plato pal día siguiente. Desdichado de aquel que se tragó uno de estos engendros. Ahora debe ser un zombi que mete salchichas por las orejas de los demás buscando hacer un super ejército de zombi salchíchedos.

termino pues con un aviso: tened cuidado de las tapas. Son gratis y blanco de comidas reutilizadas y animales de la calle. Y es que a veces, vale más pájaro en mano que rata con forma de salchicha.


GRUMO, tu nuevo mejor amigo

OS presento a GRUMO:


Grumo es mi nuevo mejor amigo. Es sensible, siempre está ahí (en su pecera de la sala), siempre escucha y nunca se queja y , además, su ojo derecho es como 3 veces más grande que el izquierdo. ¿Necesitas más razones? Yo personalmente no.

Lo compramos ayer. Nos fijamos en él porque los demás peces le hacían el vacío. Lo apartaban y escupían. El pobre grumo con su mega-ojo del infierno no encontraba su sitio en la pecera. Nos miró y nosotros le miramos a él. Abrió la boca y no dijo nada. -Encima mudo- pensamos. Si no nos lo llevamos nosotros morirá comido por los otros peces. Asi pues, nos lo llevamos entre arcadas. Al final nos hemos acostumbrado y le queremos.

Pues así es. Un pez tan tiernamente deforme y nadie lo quería. En esta sociedad de consumo, en la que la apariencia lo es todo, y una persona triunfa si tiene grandes tetas o es de 90-60-90, todos deberíamos aprender de GRUMO y su ojo. El está ahí. Recordándonos que lo feo puede ser bello, como un pato sin piernas, un gato de dentro afuera o un hamster sin pelo.

Aaaadioooos, peceramente

Así pues, os animo a que cuando adoptéis un niño, compréis un pavo o cacéis un toro, elijáis al más feo. Si no lo hacéis por mi, hacerlo por el pobre GRUMO y su ojo; que os mira. Siempre. Vigilante. E hinchado.

Micolor y tú.

Voy a ir directo al grano: ¿Por qué cuando metes una prenda de color con una prenda blanca, la prenda blanca se tiñe del color de la prenda de color? Esa pregunta la responderá algún listo diciendo que porque si el calor del agua bla, bla, bla... para mi todo suena a brujería de alta tecnología. La pregunta importante es la siguiente: ¿Por qué cuando metes dos prendas de colores diferentes en la lavadora no se tiñen la una a la otra según los valores de la tabla cromática?


Como vemos, si sumas amarillo más azul, da verde. Eso es así desde que yo jugaba con témperas. Entonces, ¿por qué no pasa esto cuando metes una camiseta amarilla y una azul? ¿Por qué no te salen dos camisetas verdes?

La respuesta es difícil y compleja. Quizá no haya respuesta; o quizá se trate de un conglomerado de respuestas a la cual más compleja y absurda. Quizá sea un complot de los payasos de Micolor para adueñarse del mundo. Quizá ya sean dueños del mundo.

Riñones. Necesito devorar tus riñones para vivir

Lo más probable es que estemos dominados por una super raza de payasos coloristas que quieren que limpiemos la ropa blanca y la de color por separado por alguna extraña y, posiblemente, sexual razón.

Sea como sea, desde aquí hago un llamamiento para que las gentes del mundo (bueno, los cuatro gatos que leen esto y que no escriben comentarios que tanta ilusión me harían) dejen de limpiar la ropa por separado. Riesgo, amor, tensión... mira tu qué de sentimientos y sensaciones gratis y solo por el hecho de lavar la ropa de color y la de blanco juntas.


ODA A MADRID

Oh, Madrid, oh, Madrid. Ciudad capital; teníate yo en un pedestal.

Contrastes varios me he encontrado, que en mi alma han recalado.

Hueles a culo por tus calles, cloacas afloran en tus parques.

Viejas con paraguas acechan en tus esquinas, olorosas son también sus vaginas.

Los mis ojos he de resguardar, si con aquestas viejas desgracío topar.

Marabuntas regentan las tus calles, un simple paseo cuestáme dar,

Mas no piensen vuesas mercedes que de hormigas habla este vuestro trovador,

Porque personas, solo personas, hombres y mujeres, infantas e infantes

son las que me entorpecen, con su lento caminar, y mi boca de vómito hacen llenar.

IRA. IRA y sangre haces bombear al mío corazón, miedo tengo, de que sufra un reventón.

Mas se que, si aquestas probanzas logro superar, gloria y el mío trabajo me harás recuperar.

Porque, sí, amigos, Madrid el horror contiene, pero oportunidades y buena gente ofrece,

y con abrazos llenos de calamares y una sonrisa en la cara te retiene.

Y de aquesta manera me despido, no sin antes, y para que no quede en olvido,

invitarles a todos a venir a Madrid ya que, con viejas o sin viejas, con olor o sin olor,

me ha encandilado esta ciudad, estimado lector.