Genocidio mascotil
Este es uno de los muchos casos que se dan y se han dado de limpieza sistemática de mascotas a lo largo de la historia. Los usan durante unos cuantos años y cuando pierden la gracia, engordan, son odiados por los niños -cada vez más modernos y difíciles- o se dan a la bebida, se les "gradúa" en la universidad de la mascota. Nunca más se sabe de ellos y se los sustituye por personajes más en la onda, son más cool o como quiera que digan "tener más estilo" los niños de hoy en día.
Recuerdo un caso que me afectó especialmente de niño. Y es que en mi punto álgido en lo que ha devorar cereales se refiere, mis preferidos eran los Chocopics, que eran los antiguos Chocapics y estaban capitaneados por un Molino gris y sin carisma. De golpe y porrazo, ese molino dejó paso a un perro sarnoso que se creía mejor que nosotros -con razón- y que atendía al nombre de Pico. Yo me pasé los consiguientes meses atormentando con mi aguda voz a mi madre en el supermercado, preguntando una y otra vez por los cereales del Molino.
El último caso que voy a exponer para ilustrar esta preocupante moda que se va imponiendo, es a su vez uno de los más recientes, conocidos y discutidos, es el caso de los mafiosos de las bolsas de Risketos, tristemente sustituidos por una banda de Riskteos raperos que piden a gritos que los maten. Antes, los Risketos "eran una cosa nostra", ahora, "Son los que mas molan". Horrible. En un intento por "modernizarse" han matado a la mafia y han puesto en su lugar a unos raperos en una especie de horrible catarsis colectiva de la juventud que está dispuesta a hacer de todas las cosas buenas que nos quedan una gran mierda.